“zur besonderen Verwendung” (Para uso especial).
Tanques para Malta.
El comandante del Matilda II observaba con precaución la cerrada curva; con precaución pero con confianza. Aunque el asalto aerotransportado les había pillado por sorpresa y el feroz bombardeo aéreo y naval había desmantelado la mayoría de las defensas y bases aéreas, aun tenían el control de la salida principal de la playa. Había dado cuenta ya de varios vehículos blindados enemigos, eran blindados italianos cuyas armas apenas podían hacer algo más que repiquetear contra el grueso blindaje del Matilda II: 78 mm en su parte frontal. Debía preocuparse de los Semovente 75/18, pues estos aun podían dejarlo fuera de combate, pero había destruido ya dos de ellos con su cañón de 2 libras. Estaba situado en una buena posición y se veía con fuerzas de rechazar los asaltos enemigos si la RAF lograba contener a la aviación enemiga. Miró a su alrededor e hizo señas al resto de carros emboscados,que cubrían, como él, la carretera junto a varias secciones de infantería.
Minutos después, la infantería enemiga lanzó otro asalto para intentar abrirse paso por aquel condenado camino polvoriento. Los proyectiles de armas ligeras y de los rifles contra-carro rebotaban contra el tanque al tiempo que el fuego de mortero batía la zona,.Pese al ruido de la batalla, escuchó el inequívoco ronronear de un motor, un motor de tanque...
Ordenó al artillero que abriera fuego en cuanto viera asomar el blindado enemigo, coordinándose con el resto de componentes de la unidad. Distinguió una sombra a través del visor y ordenó abrir fuego: tuvo la impresión de que aquello no era un blindado italiano, una desagradable impresión..
Al fuego de los cañones no siguió una explosión y el comandante del Matilda volvió a mirar por el periscopio: la “sombra” resultó ser un carro que desconocía y sobre cuya coraza rebotaban inofensivos los proyectiles de 2 libras del Matilda y de los carros Cruiser que le cubrían.
El gigantesco carro paró en medio del camino, giró su cuadrada torre donde se alojaba un cañón de gran calibre y abrió fuego fuego sobre el Matilda II. El impacto del proyectil de 152 mm hizo saltar la torre por los aires. Invulnerable a los cañones del resto de blindados ingleses, el KV-2 fue eliminándolos uno a uno. Al cabo de unos minutos, el camino a La Valletta, estaba despejado, Malta no tardaría en caer en manos de los germano-italianos.
En realidad, todos sabemos que la “Operación Hércules”, la invasión de Malta, jamás se llevó a cabo y, aunque nos extrañe, sí es cierto que se propuso el uso de carros de fabricación soviética para la operación anfibia. En mayo de 1942 se formó el Panzer Abteilung z.b.V 66 en el Sur de Italia para tomar parte en la prevista invasión de la isla de Malta. La 1 Compañía estaba formada por una docena de Panzer IVG, 5 VK 18.01 Panzer I F (versión pesada del Panzer I con un blindaje máximo de 80 mm y 5 VK 16.01 Panzer IIJ, versión pesada del Panzer II con blindaje frontal de 80 mm. La 2 Compañía estaba formada por carros rusos, una docena de carros KV-1 y KV 2 así como un numero sin determinar de T-34/76, todos ellos modificados por los alemanes, que debían complementar el exiguo apoyo blindado italiano a la operación (19 Semovente 47/32, 8 Semovente 75/18 y 30 L3/CV33...).
Frente a ellos, poco podían oponer los británicos, aunque dado el tamaño de la isla tampoco es que tuvieran mucho donde elegir. 4 Matildas II y 2 carros ligeros Vickers Mk VIC del 7 Royal Tank Regiment y del 3 The King´s Own Hussars, a los que más tarde se unirán 4 carros Cruiser Mk I, 3 Cruiser Mk IV y 1 Vickers Mk VIC del 6 Royal Tank Regiment.
Los avatares de la guerra en el Norte de África, las urgencias en el frente ruso y la falta de interés de Hitler en un nuevo asalto aerotransportado tras la carnicería de Creta, condujo a la suspensión de la “Operación Hércules”. El 30 de mayo de 1942, el Panzer Abteilung z.b.V 66 fue enviado a la URSS, al sector de Tortolowo, en las cercanías de Leningrado, pero eso es otra historia.
Saludos.