Tras la segunda guerra mundial, Haile Selaisse emprendió una serie de reformas para modernizar el país y hacer frente a las nuevas amenazas del futuro sobre todo las soviéticas o comunistas. El ejército, sometido aún a las tensiones tribales y feudales aún se encontraba en una fase de modernización al estallido de la guerra de Corea, siendo entrenado por oficiales suecos y británicos, siendo las unidades más preparadas las de La Guardia Imperial, una de las 4 divisiones con las que contaba el país para su defensa y considerada una unidad de élite, de la cual saldría el cuadro de voluntarios para formar un batallón inicial de 1200 hombres. Al que seguirían dos más, en sendas rotaciones, en total serían tres batallones los enviados entre 1951 y 1953.
Se asignó la selección de las tropas al Brigadier General Mulugetta Bulli, comandante de La Guardia Imperial. Una vez se anunció la orden de reclutamiento, el flujo de voluntarios fue tal, que el General Mulugetta tuvo que seleccionar el mismo número de soldados de cada uno de los diez batallones de La Guardia Imperial para que no hubieran quejas entre los hombres acerca de que hubiera preferencia de una unidad sobre otra y comenzó a organizar el batallón con una energía y velocidad excepcionales.
El Emperador nombró al Teniente Coronel Teshome Irgetu fue nombrado comandante del batallón, y le dio el nombre de “Batallón Kagnew” palabra que en arámico tiene dos significados, uno es “establecer el orden en el caos”, el otro es “destruir”.
El primer batallón Kagnew preparo y operó en un campo de entrenamiento a las afueras de Addis Abeba, un terreno de colinas onduladas que sería muy similar al territorio coreano. Los primeros ocho meses fueron adiestrados en armas y tácticas modernas por instructores británicos y de la Commonwealth.
En abril de 1951 a punto de acabar su entrenamiento, el Coronel Kebbede Guebre fue enviado a Corea como comandante de las fuerzas etíopes en Corea, su tarea seria ser el enlace con el Octavo Ejército de los EEUU y el Comandante del Batallón Kagnew.
El 13 de abril, formados ante el Emperador este les dirigió un discurso: “partís hacia una larga cruzada en defensa del principio de seguridad colectiva para la paz mundial, el cual es un valor muy sagrado como ya sabéis Hemos defendido siempre el concepto de seguridad colectiva. Id y derrotad al invasor y ayudad a asegurar la paz y el orden en la península coreana. Id y luchad hasta la victoria o morid en el empeño”.
El día siguiente estarían camino de Corea, llegando a Busan desde Djibouti tras 21 de navegación el 6 de mayo de 1951, donde serían sometidos a un nuevo entrenamiento intensivo de 6 semanas para integrarlos en las formaciones estadounidenses, siendo asignados a las 7a división de infantería de los EEUU, encuadrada dentro del 8 º Ejército Estadounidense, dentro del cual también se hallaba el contingente Colombiano y varias unidades surcoreanas.
Desde su entrada en combate, el Batallón Kagnew se ganó una merecida fama entre sus compañeros de armas estadounidenses. Duros y agresivos combatientes, especialistas en lanzar patrullas ofensivas no perdieron ninguno de los 238 combates contabilizados en todos los periodos de servicio de los tres contingentes.
Admirados por que jamás dejaban atrás a nadie, ni tan siquiera los cadáveres de sus caídos, fue el único contingente militar que no tenía prisioneros que intercambiar cuando se firmó el armisticio, habiendo cumplido a rajatabla la consigna dada por su Emperador “nunca permitan que les capturen en el campo de batalla”. Es también un hecho a destacar, que no tuvieron problema ninguno de índole racial con las tropas estadounidenses, pese a que apenas se habían dado pasos para acabar con la segregación racial en el ejército norteamericano.
Durante su periodo de servicio, el batallón se hizo merecedor de numerosas condecoraciones sur coreanas y norteamericanas, entre ellas dieciocho estrellas de bronce y una estrella de plata, así como una citación presidencial de los EEUU y dos oficiales fueron nombrados caballeros de la Orden del emperador Menelik II.
FIN