Tas el desembarco aliado en Sicilia, el 10 de Julio de 1945, el malestar dentro de la cupula del Gran Consejo Fascista se hizo patente. Días después de este desembarco, el Rey Víctor Manuel III cesaba de su cargo a Mussolini, eligiendo como sucesor en este puesto al hasta entonces Jefe del Estado Mayor, Badoglio. Este, comenzó una carrera contrarreloj para alcanzar un acuerdo de paz con los aliados, antes de que estos ocupasen gran parte del territorio Italiano. Con este fin se llevaron a cabo, de forma secreta, conversaciones en Lisboa. El resultado de las mismas dio como resultado el Armisticio de las fuerzas armadas italianas el 8 de Septiembre de 1943.
Ese mismo día el ejército alemán, que en esos momentos se encontraba en territorio italiano, ocupa las posiciones anteriormente defendidas por sus otrora aliado el Ejército Italiano.Entre estas posiciones que ocuparon se encontraba la ciudad Italiana de Nápoles. Esta ciudad, una de las más grandes de Italia, junto con su puerto, eran objetivos primordiales para el avance de los aliados desde el sur de la península italiana hacia el norte.
El 8 de Septiembre,salvo en Castel de’ll Ovo y en el Palacio de la Telefónica, la resistencia del ejército italiano fue prácticamente testimonial. Los soldados que abandonaron sus uniformes, o bien huíeron de la ciudad o se refugiaron entre la población civil. Una vez consolidada la ocupación la ciudad quedó bajo el mando del Coronel Walter Schöll, quien el 12 de Septiembre promulgó el siguiente bando: “Quienquiera que actúe abierta o engañosamente contra las fuerzas alemanas será pasado por las armas. Todo soldado alemán herido o asesinado será vengado cien veces. Ordeno el toque de queda desde la 20 horas a las 6. Rige el estado de sitio”.En cumplimiento de este bando fueron ejecutados los militares que el 8 de Septiembre se habían enfrentado a los ocupantes Alemanes en Castel de’ll Ovo y en el Palacio de la Telefónica.
El 21 de Septiembre de 1943 el V Ejército estadounidense, una vez consolidadas sus posiciones en el puerto de Salerno, comienzan el camino que les debería llevar a la ocupación de la ciudad de Nápoles. El ejército alemán mientras tanto, intentan retrasar lo máximo posible este avance, destruyendo todos los puentes que los aliados deben cruzar en su camino hacia la ciudad.El 23 de Septiembre, el X Cuerpo británico desde Vietri, comienza su avance, pero al igual que el ejército americano, la destrucción de puentes por parte alemana y la orografía del terreno hace que sus movimientos sean lentos.
El 22 de Septiembre el Coronel Schöll emite un bando obligando a los hombres entre 18 y 33 años a presentarse en dependencias militares para el traslado a territorio alemán como mano de obra para las fábricas del tercer Reich. A este llamamiento pocos hombres se presentan voluntariamente. Ante el avance, ahora ya sí casi imparable del ejército angloamericano, el 27 de Septiembre el ejército alemán comienza a preparar su retirada de forma ordenada a posiciones más seguras en su retaguardia.
Antes de ello Schöll emite un nuevo bando para el reclutamiento forzoso como el publicado días antes. Pero esta vez ordena sus tropas que cualquier hombre que cumpla los requisitos de reclutamiento establecidos, sea apresado. Yendo más lejos, hace que los soldados alemanes entren casa por casa, en redadas perfectamente organizadas, para el reclutamiento del mayor número de hombres.
La noche del 27 al 28 de Septiembre al grito de "Li ommene no" ("Los hombres no", en napolitano) las mujeres napolitanas se echan a las calles para evitarlo. Sin más armas que cuchillos o escopetas que tenían en casa se empiezan a enfrentar a los Alemanes. Acorralando en callejones a pequeñas unidades de soldados, desde los tejados les lanzaban tejas para acabar con ellos.Poco a poco de los escondites de las casas, comenzaron a sacar las armas que unas semanas antes los miembros del ejército italiano habían escondido tras su desmovilización. Se dieron casos de grupos de scugnizzi (niños de la calle) transportando fardos de paja lanzándolos a los bajos de los carros de combate alemanes para posteriormente prenderles fuego. En algunas ocasiones muchachas jóvenes ofrecian comida a los soldados alemanes en sus vehículos, cuando éstos confiados abrían la escotilla de su carro, grupos de estos scugnizzi ocultos, introducían granadas en su interior. Posteriormente algunos de estos "niños de la calle" fueron galardonados con la medalla de oro al valor militar.
El 29 de Septiembre los pocos alemanes que quedaban en Napoles, junto con 47 prisioneros, se encierran en el Estadio de Vomero. Al día siguiente civiles napolitanos asaltan el estadio haciendo que los alemanes tenga que refugiarse en sus instalaciones y en el Palacio de bomberos. El capitán Stimolo, que dirija a estos insurgentes, promete a los alemanes que si entregan a los rehenes que tenían con ellos podrían abandonar la ciudad de forma segura. Los alemanes aceptan y El 30 de Septiembre, portando pañuelos blancos, abandonan la ciudad por la Vía Roma.n
Udía antes de la entrada de las unidades de la 82 división aerotransportada Nápoles había sido liberada. El coste para los napolitanos fue de 168 fallecidos y 162 heridos. El número de bajas por parte alemana oscila entre los 54 y 96 muertos.