LA GUARDIA GERMANA
Los antecedentes de esta unidad se remontan a la época de Julio César: el general romano, a lo largo de sus campañas en la Galia, había creado lazos de lealtad personal con algunas de las tribus de aquella región y en virtud de ellos, fieros guerreros galos y germanos habían jurado fidelidad al caudillo romano y habían entrado a su servicio con el propósito de servir en campaña junto a él y protegerle.
El vínculo de fidelidad se correspondía con el hombre, no con Roma; en un contexto en el que la República languidecía por la presión del caudillaje personal de César y Pompeyo, cuya rivalidad iba a ser decisiva para la transformación política del mundo romano, la fidelidad personal de un contingente de guerreros de élite era esencial.
Octavio, inmerso en conspiraciones de sus amigos/rivales, también temía por su seguridad y se decidió a proteger la vida reclutando una guardia de fieros guerreros de Calagurris; esta tropa sirvió con él en los diversos escenarios bélicos en los que el joven tuvo que combatir por conservar la herencia política y económica de su tío abuelo; estos guerreros hispanos se ganaron un licenciamiento honroso tras la gran victoria de Actium. Parece ser que, a partir de entonces, Octavio confió su seguridad personal en los pretorianos romanos y en un contingente de germanos, fundamentalmente de las tribus de Frisii, Batavi y Ubii. Esta unidad de germanos es llamada por las fuentes romanas Germani corpore custodes –nombre que se mantendría desde la época de Calígula a Nerón–, si bien también es conocida por Numerus Batavorum –en referencia al principal contingente étnico de esta guardia– o posteriormente simplemente Cohors Germanorum –ya a partir de la época del emperador Galba–.
Calagurris
Tras la matanza de Teutoburgo Octavio licenció a su guardia germana, pero Tiberio volvió a reclutar a germanos del lado occidental –Batavi, Ubii y Cugerni– para garantizar su seguridad. Calígula confiaba especialmente en su guardia germana y de los relatos narrados por Livio y Suetonio parece ser que estos soldados lo consideraban casi como un dios.
La guardia germana fue licenciada por Galba en el año 68, por considerarla demasiado afín al depuesto emperador Nerón; esto produjo hondo resentimiento entre los soldados Batavi que formaban parte de la misma.
Con la instauración de la dinastía Flavia, en el año 69, se creó una nueva unidad de guardias personales del emperador, los Equites singulares Augusti, procedentes de las unidades de auxiliares, siendo también mayoritariamente germanos sus miembros.
¿Cuál era el motivo para que los emperadores confiaran su vida a unos “bárbaros? Esta guardia personal imperial era específicamente reclutada en los confines del Imperio por motivos militares –era reconocida su fiereza y destreza en las armas– como políticos –se garantizaba su fidelidad en base a vínculos personales y no por ciudadanía romana, susceptible a sobornos o a motivaciones políticas–.
Batavo cruzando un río.
Aunque no conocemos al detalle los rasgos organizativos de estas tropas, cabe decir que seguramente se organizarían al estilo de las unidades auxiliares, siendo así mandadas por un decurión romano –aunque seguramente manteniendo sus propios jefes tribales–; se supone que era una unidad parcialmente a caballo, o al menos con capacidad para que buena parte de sus hombres tuviesen monturas. Seguramente dispondría de unos efectivos de 500 hombres –no en vano en algunos pasajes se cita que era una cohors–, aunque tampoco se puede concluir que fuera de un tamaño siempre fijo y de ahí que en otros períodos se les haga referencia con expresiones generales como Numerus indicando así un grupo variable.
Saludos.