La última carga del HIRYU.
4 de Junio de 1942, 10:30 horas. Batalla de Midway.
El Contralmirante Tamon Yamaguchi desde el puente de mando del IJN Hiryu observaba consternado al
segundo buque de su division, IJN Soryu, completamente en llamas y sacudido por explosiones
secundarias. Luego fijo su vista a babor, al buque insignia de la flota de portaaviones, IJN Akagi, y
vio una columna de humo ascender desde su centro: indudablemente alcanzado, pero a diferencia del
anterior no parecía estar en graves condiciones. Impresión errónea puesto que el peligro se encontraba
en su interior, no visible aún desde el resto de la flota. Más allá se distinguía la horrible hoguera
en que se había transformado el IJN Kaga.
Sin esperar instrucciones al respecto, ordenó izar y preparar sobre cubierta los 18 bombarderos Aichi
D3A “Val” y los 6 Mitsubishi A6M “Reisen” de protección. La primera escuadrilla de “Vals” estaría al
mando del Teniente de Navio Michio Kobayashi y la segunda al mando del Teniente de Navio Michiji
Yamashita, mientras que los cazas lo estarían del Teniente de Navio Shigematsu, que había regresado de
Midway en compañía de los torpederos Nakajima B5N2 de Tomonaga. Estos se encontraban rearmándose y
preparándose para un ataque contra los buques de la USNavy. Algunos de estos se encontraban muy dañados
y no podrían ser alistados. Por contra, el Teniente de Navio Tomonaga ordenó alistar el suyo aún con el
tanque del ala de estribor destruido, y sabiendo que sería un viaje sin retorno.
12 de los bombarderos “Val” fueron equipados con una bomba semi-perforante de 250Kg y los otros 6 lo
fueron con una bomba de percusión HE de 250Kg específicamente diseñada para diezmar a los servidores de
las armas AA.
Nagumo había transferido el mando de la Kido Butai (Flota de Portaaviones) al Vicealmirante Hiroaki Abe
y éste, a las 10:50, ordenó a Yamaguchi atacar al portaaviones enemigo, desconociendo que Yamaguchi
estaba operando por su cuenta y que por ello, a las 10:57 lanzó el primer ataque contra el USS
Yorktown: el último aparato de esta fuerza despegaba a las 10:58.
Durante el lanzamiento, el IJN Hiryu pasó al largo del llameante IJN Soryu y se ordenó al oficial de
comunicaciones emviar el siguiente mensaje: “Traten de salvar el portaviones”. El mensaje se envió dos o tres veces pero nadie a bordo del IJN Soryu pudo comunicarse con Yamaguchi.
El ataque de los bombarderos del USS Yorktown sobre el IJN Soryu habia sido demoledor y “afortunado”, ese dia la suerte habia dado la espalda a los nipones. Los hangares del IJN Soryu podían, al igual que en el resto de portaaviones, aislar secciones mediante cortinas metálicas cortafuegos. De las tres bombas que alcanzaron al IJN Soryu dos de ellas lo hicieron en el hangar superior, una cerca del estacionamiento de los cazas repostados y rearmados destruyendo una de las cortinas cortafuegos, la otra lo hizo en el estacionamiento de los bombarderos en picado “Val” repostados pero no armados puesto que se armaban con las bombas sobre la cubierta de vuelo, y destruyendo la otra cortina cortafuegos.
El tercer impacto lo hizo en el hangar inferior, en el estacionamiento de los torpederos repostados y algunos de ellos con el torpedo trincado en su fuselaje: asi pues uno tras otro fueron estallando los aparatos del interior de los hangares masacrando a los mecánicos y el personal encargado de armar los aviones.
El IJN Chikuma se detuvo cerca del llameante derrelicto y envió una pequeña embarcación con el farmacéutico y 7 marineros para abordar el portaaviones, pues en el castillo de proa se observaba movimiento de gente. Tal partida de hombres, evidentemente, estaba destinada a la ayuda con los heridos más que a la de combatir las llamas.
El propio Capitán del IJN Hiryu, Tomeo Kaku, dio las instrucciones previas al despegue de la misión y enfatizó que eran el último portaaviones en servicio de la fuerza de ataque y que debían realizar a la perfección su cometido, además hizo hincapié en que debía regresar el mayor número de ellos puesto que deberían volver a atacar al enemigo ese día y en los venideros, al tener que proteger a la fuerza de invasión del Vicealmirante Kondo.
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