Javier Yuste, con la entrevista a Rodrigo García-Muñoz, autor de Grecia. La última victorio de la Blitzkrieg, comenzaremos a conocer a nuestros autores.
Entrevista a Rodrigo García-Muñoz Vaquero, autor de «Grecia. La última victoria de la Blitzkrieg»
Por Javier Yuste González
Rodrigo García-Muñoz Vaquero (La Coruña, 1967), publicó el pasado año 2017, con el sello HRM, una extensa y detallada monografía referente a la invasión italiana de Grecia y la posterior intervención alemana del país, acontecidas entre 1940 y 1941. Un total de 478 páginas jalonadas de información precisa y abundante, que parten de un análisis histórico de las razones del conflicto, seguidas por un examen de las capacidades militares de los contendientes y del terreno donde se iba a operar, para seguir con las distintas batallas, etc., todo ello trufado de opiniones y extractos de testigos de primer nivel sobre el terreno y en los despachos.
Una obra, profusa en documentación gráfica entre fotografías y mapas, imprescindible para aquellos que quieran conocer puntos del mapa algo maltratados en las monografías generalistas de la Segunda Guerra Mundial y que, en la mayoría de las ocasiones, corresponden a aquellos donde intervinieron las armas del Duce.
Anteriormente, García-Muñoz publicó como coautor la obra «La larga guerra del Siglo XX» (2014), a lo que debemos sumar colaboraciones esporádicas con ABC y más sostenidas con la revista Historia de la Guerra; además de contribuir con un anexo a la obra de Luis Sanz Salanova «Guerra acorazada. Seis aspectos del combate con tanques» (2017).
Estimado Rodrigo: como siempre que un autor nos concede algo de su tiempo, aunque en tu caso seas de “la casa”, no menos que agradecerte el gesto. Vamos allá.
- En primer término, confesarte que, aunque es un trabajo abrumador por los datos, su lectura me resultó amena. Uno sigue con gusto tu narración tan bien llevada, casi sin saber cómo. Enhorabuena.
Muchas gracias por el piropo. Siempre fue mi intención combinar rigor histórico con amenidad, y me alegra que opines que lo he conseguido. Espero que no seas el único.
- Es una pregunta lógica, propia de biografía. ¿Qué te empujó hacia la Historia militar?
Desde que tengo memoria recuerdo estar interesado en cuestiones militares. Cuando era niño me gustaba mucho el modelismo. Construía con fruición aviones y carros de combate y, poco a poco, fui profundizando en mis conocimientos. Empecé con obras divulgativas en español y casi puedo decir que aprendí inglés solo para poder profundizar en el tema en una época en la que había muchos menos libros en español que ahora.
- Este es tu primer ensayo histórico en solitario y, de todo lo que da la Segunda Guerra Mundial, ¿por qué te decidiste por retratar el conflicto griego?
Realmente fue una decisión que tomamos conjuntamente Ignacio Pasamar, editor de HRM, y yo. Pensamos que era un tema sobre el que se había pasado de puntillas y que merecía la pena dar a conocer al gran público. Además, ya disponía sobre el mismo de la documentación básica imprescindible, aunque la labor de investigación en profundidad me resultó realmente apasionante.
- Si te soy sincero, de la participación italiana en la Segunda Guerra Mundial solo llegó a interesarme Abisinia y más que nada por los cómics de Hugo Pratt. Los italianos, creo (y corrígeme si me equivoco), son los grandes desconocidos a nivel general. Por no decir que todo lo referente al conflicto en los Balcanes no siempre ha estado en el ojo de la lupa de los estudiosos.
Tienes toda la razón. A pesar de su importancia en algunos teatros, como el Mediterráneo, los italianos han sido los grandes olvidados, por dos razones, a mi entender: la escasa brillantez de sus operaciones militares (con honrosas excepciones, todo hay que decirlo) y las dificultades con el idioma italiano de la gran mayoría de autores anglosajones (los que han marcado desde siempre la pauta a la hora de estudiar la Segunda Guerra Mundial y cuyas obras son las que casi exclusivamente se traducen al español), que han optado por acercarse al estudio de la participación italiana en la guerra a partir de fuentes británicas, norteamericanas o alemanas, cargadas casi siempre de prejuicios o errores, sin permitir que las opiniones italianas salieran a la luz o minimizando el papel de sus fuerzas armadas.
- En el análisis previo a la invasión, detectas cierta precipitación o ceguera por parte de Mussolini acerca de las capacidades de su propia nación para una guerra “de las de verdad”. Experimentos como las binarias, desorganización endogámica, falta de material hábil y una obsesión por vencer a un solo asalto. Pudo más el ansia revanchista que la lógica.
No tanto el ansia revanchista como el miedo a que Hitler se quedase con todo el pastel después de la victoria, especialmente en los Balcanes, que Mussolini consideraba su coto privado, parte de su esfera de intereses exclusiva junto con el Mediterráneo. En el otoño de 1940 el Duce estaba completamente convencido de que la guerra terminaría pronto y con una victoria aplastante del Eje. Que Hitler se inmiscuyera en los Balcanes brindando su protección a Rumanía, y además, sin avisarle, le hizo temer que si no se espabilaba ocupando lo que creía suyo, nadie iba a regalárselo.
- La invasión de Grecia se produce justo en un momento de “tranquilidad”, a la espera de la caída de un maduro y abandonado Reino Unido. Hitler regresa de sus conferencias con Franco y Petain, y se encuentra con que el “miedoso” aliado se ha lanzado a la conquista del país heleno sin avisar; y terminando por necesitar auxilio.
Exacto. Hitler no quería agitar el avispero balcánico justo cuando estaba a punto de lanzar su invasión de la Unión Soviética, y se lo dejó claro a los italianos por activa y por pasiva. Aún así, si estos hubiesen derrotado a Grecia en poco tiempo haciéndose con el control del Mediterráneo oriental, no hubiera puesto ninguna objeción. Lo que alteró los planes alemanes y les obligó a intervenir sin desearlo no fue tanto la invasión italiana de Grecia como que ésta fracasase estrepitosamente.
- Las relaciones diplomáticas entre Alemania e Italia respecto a la guerra mundial eran, cuanto menos, curiosas. Aunque aliadas, tenían intereses enfrentados y no parecían querer meter la nariz antes de tiempo en campos de batalla.
Cierto. Comparada con la alianza entre Estados Unidos y el Reino Unido, la de Alemania e Italia resultó disfuncional desde el principio. Siempre resulta difícil para dos países ser aliados en una guerra y, en este caso, las relaciones entre ambos países estuvieron marcadas en todo momento por la desconfianza y la suspicacia mutuas, sin llegar a establecerse mecanismos de cooperación para coordinar estrategias y planificar conjuntamente operaciones militares como los establecidos por los aliados occidentales. Aunque Italia no estaba exenta de culpa, Alemania no tenía intención de cooperar con ningún país en pie de igualdad. Hitler quería siervos, no aliados.
- Con Grecia, la guerra relámpago alemana perdió fuelle, y eso que fue el paso previo necesario para Barbarossa.
No es tanto que perdiese fuelle como que se pusiesen en evidencia sus defectos, que la invalidaban como estrategia ganadora en una empresa de la magnitud e intensidad de la invasión de la Unión Soviética. Aunque los líderes alemanes, con Hitler a la cabeza, cegados por sus triunfos en Francia y los Balcanes, no supieron verlo a tiempo.
- Siguiendo un orden cronológico, dedicas el último capítulo a Creta, la etapa más conocida de este conflicto “local”.
Tuve dudas sobre cómo abordar este capítulo tan conocido, casi diría que excesivamente manido, de la invasión de Grecia. Pensé en saltármelo o tratarlo solo de manera superficial, pero al final decidí, para dar coherencia al libro, darle un tratamiento igual al resto de los episodios aún a riesgo de extenderme más de lo debido.
- Cierto es que Grecia quedó ocupada y su ejército derrotado. Las consecuencias del conflicto para el país heleno fueron catastróficas.
Si. Realmente terribles. Y además extrapolables a muchos otros países de Europa central y oriental para los que el conflicto resultó algo parecido a un tornado que lo destroza todo a su paso y contra el que nada puede hacerse. Suele olvidarse que estas pequeñas naciones fueron a menudo sacrificadas por las grandes potencias y que acabaron sufriendo unas pérdidas humanas y económicas muy superiores a ellas.
- ¿Qué consideras que aporta tu libro a la bibliografía existente respecto al conflicto mundial?
En español considero que es una obra pionera en el tema, sobre el que no hay nada escrito al margen de la invasión de Creta, y espero que pueda servir para despertar el interés por este episodio casi olvidado y enmarcarlo dentro de la guerra en su conjunto. Me gustaría resaltar el cuidado con el que he tratado los mapas, dibujados ex profeso para el libro y que, modestamente, son muy superiores a los que aparecen en otras publicaciones, contrastando información procedente de fuentes diversas y corrigiendo errores previos, en especial por lo que respecta a los combates en Albania entre italianos y griegos.
- Aunque parece haber un resurgimiento del interés por la Historia, no siempre ha sido fácil llegar a los lectores. ¿Cómo está siendo la acogida de este título?
Yo estoy muy contento con las críticas recibidas hasta ahora en blogs y foros especializados y, por lo que tengo entendido, la editorial está satisfecha con las ventas, lo cual no es poco en un sector tan minoritario como este y más tratándose de un tema algo raro.
- ¿Crees que esta monografía está al alcance de cualquier aficionado a la Historia militar o tiene un disco de prohibición para aquel que no esté plenamente interesado en la Grecia de 1940-1944?
Indudablemente no es una lectura relajada para llevarte cuando vas de vacaciones. Ni pretende serlo. Pero el aficionado a la Historia militar en general, y a la Segunda Guerra Mundial en particular, encontrará en esta obra un montón de información interesante, sobre todo por lo que respecta a las decisiones de los protagonistas y al funcionamiento de sus fuerzas armadas, aunque no esté especialmente interesado a priori por lo que sucedió en Grecia.
- Del material consultado, ¿cuáles son los títulos o piezas más indispensables para comprender el conflicto histórico retratado?
La base de partida son las historias oficiales de los participantes. Las de Australia y Nueva Zelanda están disponibles on line, la británica ha sido recientemente reeditada, aunque sin los preciosos mapas desplegables en color de la edición original, la griega está disponible en inglés en un solo tomo que resume los seis originales en griego, la alemana también ha sido traducida al inglés y la italiana es más fácil de obtener que de leer. Todas contienen una ingente cantidad de información y documentos originales y son obras de referencia tan indispensables como áridas. A este esqueleto se le pueden añadir muchas otras obras que tratan aspectos parciales. Sin embargo, ninguna aborda el conflicto de una manera global y considerando la perspectiva de todos los protagonistas mejor que mi libro. Así que, modestamente, me atrevo a recomendarlo como base de partida para el que quiera comprender este episodio desde todos los ángulos.
- ¿Alguna anécdota del proceso de redacción e investigación?
Ha sido una labor ardua, de casi cuatro años, en la que he tenido que leer mucha documentación,principalmente en inglés y en menor medida en italiano, complicada por el hecho de ser mi primera obra...y por haber sufrido el ataque de dos virus informáticos que encriptaron todos mis archivos en Word y PDF, obligándome a reescribir algunas páginas de las que no había hecho copias de seguridad y a recopilar de nuevo parte de la bibliografía utilizada, aparte de ponerme de muy mal humor.
- Leyendo tu biografía, compruebo que, al igual que yo, tienes la titulación de licenciado en Derecho. ¿Crees que el haber trasegado con los áridos textos legales ayuda a ahondar de forma diferente en los hechos históricos?
Sin duda. Todo lo que aprendes en esta vida te va dejando un poso. Y, aunque no lo había pensado hasta ahora, lo cierto es que los estudios de Derecho te ayudan a seguir argumentaciones complejas y procesos lógicos. Esto me sirvió, por ejemplo, para exponer ordenadamente los acontecimientos con la intención de hacerlos más comprensibles, o para tratar de fundamentar mis conclusiones con argumentos sólidos.
- A lo que debemos sumar tu experiencia como docente en Enseñanza Secundaria.
Es verdad. Mi experiencia como profesor me ha servido para apreciar la importancia de ser ameno a la hora de enseñar para mantener la atención de los alumnos (en la medida de lo posible, claro), además de didáctico y ordenado. Espero que algo de esto se haya notado en la redacción de este libro.
- Ahora que has llegado a publicar esta obra, ¿tienes en mente dedicarte en exclusiva a otro hito histórico? ¿Cuál?
En estos momentos estoy trabajando en otro proyecto para HRM que espero que vea la luz a finales de este año. Se trata de la Operación Nordwind y una serie de ofensivas alemanas en Alsacia algo inconexas con las que Hitler pretendía desgastar a los aliados en enero de 1945, inmediatamente después de la Batalla de las Ardenas. También tengo en mente otro proyecto a más largo plazo sobre los que estoy empezando a reunir documentación, pero que no está del todo perfilado y que prefiero no desvelar de momento.
- Para terminar, ¿qué pregunta me he dejado en el tintero y qué responderías?
Hay una que me apetece especialmente contestar: ¿Qué te impulsó a iniciarte en la escritura? La verdad es que nunca había tenido una inclinación especial por escribir, pero hace unos cinco años, después de haber leído multitud de obras de Historia militar, sentí la necesidad de contribuir a la difusión de una disciplina que realmente me entusiasma y a la que considero que tengo cosas que aportar.
Saludos.