Dos veces en la historia de Japón, los elementos lo han salvado de ser invadido y ocupado por los mongoles, en 1274 y el más famoso de ellos en 1281, este último ha pasado a la historia con el terrible nombre de “Kamikaze”, viento divino.
El 12 de Agosto de 1281 una flota de 4.400 buques transportando 140.000 hombres llego a la bahía de Hakata, en la actual ciudad de Fukuoka, Kyushu, en el estrecho de Tsushima. La flota había partido desde dos puertos (uno en Corea y el otro en la costa sureste de China) y se tenía que reunir en la mencionada bahía. Los japoneses que después de la fracasada invasión de 1274 se habían preparado y habían levantado una empalizada de dos metros de altura en muchos puntos de la costa, dificultaron que la fuerza invasora pudiera desembarcar fácilmente. El día 15 solo había desembarcado una pequeña fracción de las tropas y aún quedaban más de 70.000 hombres embarcados cuando un potente tifón golpeó la costa haciendo zozobrar casi todos los buques allí fondeados salvo unos dos centenares que trataron de sortear el tifón en alta mar con diversa suerte. Los hombres que no habían desembarcado se ahogaron cuando las embarcaciones naufragaron y los que había en tierra fueron azotados por los huracanados vientos, destruidos los campamentos y se refugiaron dispersos por los bosques cercanos donde fueron cazados por los 40.000 Samuráis y Ashigaru que allí se habían concentrado.
El 18 de diciembre de 1944, otro tifón llamado “Cobra” estuvo a punto de conseguir lo que Ozawa en junio y Kurita en octubre no pudieron: destruir la flota estadounidense.
El 17 de diciembre la TF-38 compuesta por 7 portaviones pesados, 6 portaviones ligeros, 8 acorazados, 15 cruceros y 50 destructores se reunieron con el grupo de abastecimiento del capitán Jasper T. Acuff, a 300 millas al este de Luzón para petrolear y reponer aparatos perdidos durante la campaña de ataques precedente a la invasión de Mindoro los últimos tres días, el mar estaba embravecido pero no se podían imaginar lo que llegaría al alba siguiente. Sin previo aviso el tifón Cobra se abatió sobre los buques estadounidenses que habían empezado la operación de petroleado, se tuvo que interrumpir rápidamente y la flota empezó a dispersarse para evitar abordarse accidentalmente, en rápida sucesión los destructores USS Hull, USS Monaghan y USS Spence zozobraron y se perdieron con prácticamente todas sus dotaciones, 146 aparatos quedaron totalmente destruidos cuando cayeron por la borda o se estrellaron en el interior de los hangares de los portaaviones que en 3 de ellos provocaron peligrosos incendios en los hangares avivados por los fuertes vientos. 1 crucero, 5 portaaviones y 3 destructores sufrieron graves daños que les obligó a ir a un astillero, el acorazado USS Iowa perdió uno de sus hidros y sufrió daños en una de sus hélices que le obligaron a ir al astillero en San Francisco.
Finalmente el tifón se cobró la vida de 790 hombres y otros 80 resultaron heridos de diversa consideración, así como 146 aparatos y 3 destructores.
Saludos.
PD.- Fotos extraídas de http://www.elcajondegrisom.com/