La figura de abd-al Rahman II, su lucha contra los cristianos, Francos,Vascones y Musa ben Qasi
El 6 de mayo de 822 Al-Hakam I convocó una audiencia extraordinaria en el alcázar para proceder a la investidura de su primogénito Abderraman como sucesor suyo y a la designación de su otro hijo, al-Mugira, como sucesor eventual del príncipe heredero. Quince días después, muere al-Hakam y Abderraman II es proclamado emir. Contaba entonces con 30 años de edad y poseía una sólida formación habiendo desempeñado ya varias misiones importantes, entre ellas fue testigo de la “jornada del foso”, dirigió algunas aceifas y durante un tiempo fue gobernador de la Marca Superior. Durante el mes antes de la muerte de su padre se atrajo la popularidad de la población cordobesa consiguiendo la condena y ejecución del comes Rabi, detestado por ser el encargado del cobro de tributos y que se había extralimitado en sus funciones. También se atrajo el favor de los alfaquíes dando la orden de derribar el mercado de vinos de Secunda, a las mismas puertas de la capital.
A nivel interno, el reino de Abderraman se distingue por su estabilidad aunque no faltaron revueltas y disturbios. El primero de ellos sucedió en la región de Tudmir en donde estallaron conflictos entre los clanes árabes de mudaríes y yemeníes. Este conflicto se prolongó durante 7 años y la actitud del emir fue dejar que ambos clanes se destrozaran mutuamente hasta que intervino para poner orden y establecer la autoridad emiral en la región, para lo cual demolió la antigua capital, Ello, y en su lugar levantó una nueva ciudad: Murcia, sede a partir de entonces del gobernador de la provincia.
Hubo también pequeñas rebeliones aisladas de bereberes en el distrito de Takoronna (826) y en la región de Algeciras (850) ambas inmediatamente sofocadas, y también un levantamiento en 848-849 de las poblaciones poco islamizadas de Mallorca y Menorca.
Por su parte, Toledo continuó siendo una fuente de quebraderos para la autoridad del emir con un levantamiento que Abderraman II tardó 7 años en sofocar. El levantamiento tuvo como principal artífice a un jornalero llamado Hashim al-Darrah que había formado una partida que desde 829 se dedicaba a practicar el bandolerismo por la región llegando incluso a actuar en el distrito de Santaver. Las tropas cordobesas, al mando del gobernador de la Marca Media, Muhammad ben Rustum, logró en 831 derrotar y matar a Hashim. Toledo, por su parte, había hecho causa común con Hashim y se declaró en abierta rebeldía y el emir tuvo que ordenar el cerco y asalto de la ciudad que fue tomada el 15 de junio de 837. A partir de entonces y hasta el final de su reinado, Toledo se mantuvo en calma.
Durante la mayor parte del reinado de Al-Hakam I debido a los problemas internos este emir tuvo que dejar prácticamente impunes los ataques que los asturianos al mando de su rey Alfonso I realizaban contra las regiones fronterizas. Solo en los últimos años de su reinado, cuando la situación interna lo permitió, pudieron los cordobeses contraatacar. Así en el verano de 816 el general Abd al-Karim ben Mugith realiza una aceifa que llega hasta el desfiladero de Pancorbo pero que no logró una victoria resonante sobre los cristianos.
Durante su reinado, Abderraman reanudara la política de ataques contra los reinos cristianos. En 823, apenas un año después de su llegada al trono, se realiza una aceifa al mando de Mugith contra tierras de Alava y Castilla. Dos años después, se realiza otra aceifa contra Alava en el transcurso de la cual los asturianos son derrotados en un lugar llamado “la montaña de los adoradores de fuego”. Otras dos expediciones musulmanes que atacaron ese mismo año Galicia fueron derrotadas y diezmadas. En 826 otra aceifa atacó Galicia y Castilla. Entre 828 y 838 existirá una especie de tregua entre cristianos y musulmanes. En 838 se reanudan las hostilidades cuanto tres ejércitos musulmanes atacan simultáneamente el reino asturiano: el primero penetró en Galicia y la asoló; el segundo atacó Alava y Castilla y el tercero tomó por asalto el castillo de Alquería, cuya ubicación nos es desconocida. En 840, el emir en persona dirige una expedición contra Galicia cuyo resultado parece que no fue muy propicio por la escasez de datos que dan las fuentes musulmanas. Desde la muerte de Alfonso II en 842 hasta la de Abderraman en 852 solamente se registran dos aceifas una en 846 durante la cual se ocupó e incendió León y otra en 848 que tuvo como objetivo Alava.
Parece ser que Alfonso II alentó e incluso apoyó la rebelión de los muladíes y mozarábes de Mérida contra el emir omeya. En 828, Mérida se rebeló y el gobernador omeya fue asesinado. Al año siguiente, el emir en persona puso cerco a la ciudad sin resultado. Un nuevo asedio al año siguiente dio mejores resultados pues los habitantes de la ciudad entregaron rehenes y admitieron el nombramiento de un nuevo gobernador omeyas. Pero esta sumisión fue pasajera. En los años siguientes, el emir tuvo que asediar de nuevo la ciudad que no se sometería definitivamente hasta 834.
Tampoco descuidó Abderraman la lucha contra los francos, en 828 se envió una expedición que sitió Barcelona y Gerona sin resultado alguno. Hasta 841 no se realizará ninguna nueva expedición, en esta ocasión se penetró profundamente en territorio franco llegando hasta Narbona. En 850 se realizó una nueva expedición contra territorio de Barcelona que se limitó a saquear y capturar cautivos.
En la primera mitad del siglo IX empieza a perfilarse la amenaza vascona contra el emirato omeya. Los vascones habitaban el territorio que correspondería al futuro reino de Navarra, al norte del valle del Ebro y formaban un conjunto de tribus sobre las que sabemos muy poco y que a fines del siglo VIII o principios del IX estuvieron enfeudadas, en mayor o menor medida, bien a Carlomagno bien a la monarquía asturiana. Su capital, Pamplona, se convertiría en la residencia del primer príncipe vascón históricamente comprobado, García Iñiguez, hijo de Iñigo (o Eneco) Arista. Los comienzos de esta dinastía vascona fueron favorecidos por la actitud adoptada por uno de los señores musulmanes mas poderosos de la Marca Superior, Musa ben Musa ben Qasi. Esta familia muladí tenia vinculos familares con los nobles vascones, la viuda de su hermano se había casado con Iñigo Arista. En 842, Musa ben Musa residía en Tudela como gobernador y participó con contigentes propios a una aceifa dirigida contra Alava. Al regreso de esta expedición, Musa sufrió los reproches de un oficial omeya que intentaba quitar méritos a su participación en la campaña. Harto de estas humillaciones, Musa regresó a Tudela y se declaró en rebeldía contra Abderraman II realizando incursiones contra territorios sometidos a la autoridad omeya. El emir envió un ejército contra el rebelde al que derrotó cerca de Borja y después asedió en Tudela. Musa, entonces, propuso un compromiso que fue aceptado: él se retiraría de Tudela y el ejército omeya volvería a Zaragoza. Pero el general omeya, Harith ben Bazi, pronto incumplió su promesa y se dispuso a atacar a Musa, que se había establecido en Arnedo y solicitado la ayuda del caudillo vascón Garcia Iñiguez. El general omeya ocupó Arnedo y cruzó el Ebro siendo derrotado y capturado por Musa y García en la batalla de Balma.
El emir no podía dejar impune esta humillación y se dispuso a castigar al rebelde. Ese mismo año de 842 un ejército cordobés ocupó Pamplona y la plaza fuerte de Sajrat Qays (la actual Huarte Araquil al noroeste de Pamplona). Al año siguiente un nuevo ejército al mando del emir atacó a las fuerzas reunidas por Musa ben Musa, el rey García Iñiguez y el magnate Fortún Iñiguez (hermano de ambos). La batalla se saldó con una contundente derrota de los rebeldes, resultando muerto Fortún Iñiguez, cuya cabeza fue enviada a Córdoba. Al año siguiente, una nueva expedición omeya marchó contra Tudela, donde en julio de 844 Musa consintió en someterse al emir. Musa fue repuesto en su cargo de gobernador de Tudela a cambio de la entrega de rehenes. Durante un tiempo, Musa se comportaría como un vasallo fiel participando incluso en la campaña para expulsar a los normandos de Sevilla, pero en 847 se alzaría de nuevo.
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