Norris King abrió camino a bordo del T 68189/R, seguido por el T 31665/R al mando del 2º Teniente Appleby y del T 68186/R al mando del Cabo Kelly, seguidos por el T 68714, Cabo MacCafferys, T 31950 Teniente Howard y el T 31954 teniente A.L. Deans.
El carro del cabo Kelly tuvo que retirarse hacia las lineas británicas en los primeros momentos del combate, al atascarse el cañón nada más realizar el primer disparo.
El carro del 2º Teniente Appleby se dirigió hacia el centro del dispositivo enemigo en compañía del carro del Mayor Norris. En un momento determinado se perdió de vista el carro de Appleby tras la cresta de Kidney Ridge. Minutos más tarde se le vio retroceder marcha atrás hacia las lineas británicas echando humo y muy lentamente, hasta que se paró y comenzó a arder. Solo hubo un superviviente que resultó muy mal herido.
Un estudio posterior del carro reportó en el frontal del carro, 38 impactos anticarro de 50 mm, uno de los cuales resultó en penetración, 1 impacto de Alto Explosivo, seguramente de una pieza de 75 mm y 6 de Anticarro de 75 mm, uno de los cuales penetró y fue el causante seguro de su destrucción, aunque también se detectaron 7 u 8 impactos de 6 libras (57mm) en la trasera del carro, desconociéndose si se realizaron al no reconocer el vehículo como propio en la confusión del combate cuando este retornaba a las líneas británicas o se realizaron para acelerar su combustión y destrucción
El Mayor Norris reportó 45 disparos de cañón y reclamó 4 carros enemigos destruidos. Al finalizar los combates su carro contabilizaba 8 impactos enemigos y ninguna penetración, retirándose en buen orden y siendo considerado su carro operativo.
Tras los combates por Kidney Ridge, la King force fue enviada a la retaguardia para realizar mantenimiento y reparaciones en espera de su próxima misión.
Una semana más tarde, los cinco carros supervivientes tomaron parte en la acción de Tel el Aqqaqir, 3 de noviembre de 1942: una batalla de carros, donde fueron enviados en apoyo de los Sherman de la 2 Brigada acorazada. Esta vez los problemas mecánicos de los Churchill se harían presentes en los combates donde, sometidos a un intenso fuego, cañones y torres dieron problemas.
El carro del cabo Kelly sufrió problemas de giro de torreta y tuvo que retirarse del combate sin abrir fuego, el carro del Teniente Deans recibió 9 impactos de 50 mm que trabaron el mecanismo de giro de la torre y tuvo también que acabar abandonando el combate. Un destino similar tuvo el carro del Cabo MacCaffery y el del Teniente Howard acabó recibiendo unos 30 impactos y perdiendo una oruga, teniendo que ser abandonado por su tripulación
El carro del Mayor Norris sufrió también decenas de impactos, sufriendo una penetración a través de la mirilla del conductor (posiblemente un 50 mm que milagrosamente no alcanzó a nadie). El carro fue abandonado, pero al comprobar que no se incendiaba volvieron a él y comprobaron que continuaba operativo. Recogieron a la tripulación del Teniente Howard y volvieron a las lineas británicas.
La King Force fue retirada del frente y durante dos semanas estuvieron poniendo a punto los carros incluido el del Teniente Howard que fue recuperado.
El hecho de que la lenta velocidad de los Churchill no les permita seguir el rápido avance de las unidades aliadas y los problemas logísticos de mantener 5 carros no estándar hizo que fueran retirados permanentemente del frente, recibiendo finalmente la orden de volver a Alejandría, cosa que hicieron sobre sus propias orugas.
Entre esas dos acciones la unidad sumó cerca de un centenar de impactos tanto de Anticarro como de Alto explosivo, resultando en un taque incendiado, otro inmovilizado con daños en las orugas y un tercero con la torre trabada, con un total de 7 muertos y 8 heridos. El carro incendiado tenía dos penetraciones de 50 mm y una de 75 mm, una de las de 50 mm dio en los depósitos de combustible.
La Kingforce reclamó seguros 5 carros enemigos y 3 cañones anticarro.
El teniente A.L. Deans del Royal Tank Regiment e implicado en el desarrollo del carro desde sus inicios, redactó un informe tras la actuación de la Kingforce. En dicho informe resaltaba el duro castigo soportado por los Churchill, que combatieron siempre por delante de la línea de avance principal, por delante incluso de los Sherman, y que pese al poco tiempo que tuvieron las tripulaciones para hacerse con las rutinas de sus carros (13 días escasos) y que estas estaban compuestas por tripulantes con experiencia en los Churchill pero sin nociones de la guerra en el desierto y por suboficiales que conocían el desierto pero no los Churchill, su desempeño fue más que satisfactorio.
Los problemas mecánicos que lastraron el desarrollo del Churchill y que iban siendo poco a poco subsanados no se habían incrementado en el caluroso clima del desierto ni la arena había causado grandes problemas. El Churchill estaba comenzando a demostrar que era un buen carro de apoyo de infantería
Una de las consecuencias de dicho informe y otros similares, fue la decisión de enviar dos brigadas de carros a Túnez en apoyo del 1er Ejercito Británico
En Túnez los Churchill demostrarían su valía, pero eso ya... es otra historia.
Saludos.