Mientras la invasión de la península esta en su apogeo, que ocurre en la corte de los omeyas?
A la muerte de Mahoma en 632, todo parecía indicar que su sucesor sería su yerno Alí ibn Abí Talib, casado con su hija Fátima, pues parece ser que Mahoma lo había señalado en varias ocasiones como su sucesor. Sin embargo, un grupo de compañeros de Mahoma, los compañeros son los primeros partidarios de Mahoma y los primeros musulmanes, decidieron elegir al sucesor de entre ellos. Así, Abu Bakr sería el primer califa e iniciador de los llamados califas ortodoxos (Abu Bakr, Omar y Utmahn). Tras la muerte de Uthman, Alí sería finalmente elegido califa en 656 tras el asesinato del califa Utmahn. Sin embargo, Muawiya, gobernador de Siria y sobrino del califa Uthman, lo acusó de ser el instigador del asesinado de su tío y encabezó una rebelión que dio lugar a una guerra civil. En julio de 657 ambos bandos se enfrentaron en la batalla de Siffin, la actual ciudad de Raqqa en Siria. Durante tres días, la batalla se mantuvo indecisa hasta que los partidarios de Muawiya dejaron de luchar y clavaron hojas del Corán en sus lanzas reclamando que cesara la lucha fratricida y que la disputa fuese dirimida por el arbitraje de un juez imparcial. Los partidarios de Alí estuvieron en su mayor parte de acuerdo y obligaron a éste a someterse al arbitraje. Hubo otra parte partidaria de continuar el combate hasta que éste terminara con la victoria de uno u otro bando. El árbitro, Ashas ibn Qays, dio la razón a Muawiya. Esta batalla dividió a los musulmanes en tres grupos que se enfrentarán entre sí hasta la actualidad: los chiíes o partidarios de Alí que consideran que el califato debe recaer en los miembros de la familia de Mahoma, los jariyíes “salientes”, que defiende que el título de califa emana de la comunidad (Islam) que debe elegir libremente al más digno para dicho cargo “aunque sea un esclavo negro”, y sunníes, partidarios de que el califa debe ser un árabe varón miembro de la tribu de Quraish, que era la de Mahoma.
Poco después, en 661, Alí fue asesinado por los jariyíes, que al mismo tiempo intentaron asesinar a Muawiya sin lograrlo. Sus partidarios eligieron como sucesor a su hijo Hasan quien poco después pactó con Muawiya y se retiró del poder. Su sucesor fue su hermano Huseyn quien se negó a reconocer a Yazid como sucesor de su padre Muawiya y se enfrentó a las tropas califales en la batalla de Kerbala (680) donde fue derrotado y muerto, este acontecimiento provocó la ruptura definitiva entre sunníes y chiís.
En el plano exterior, durante el Califato Omeya se produjeron las últimas grandes expansiones del Imperio Islámico. Por el oeste, se llega al Magreb y a la Península Ibérica, por el oeste se acaba la conquista de Persia y se realizan incursiones hacia Afganistán y China.
Durante todo el siglo VIII, y coincidiendo con el Califato Omeya, se desarrolla un creciente antagonismo entre las dos principales agrupaciones étnicas árabes: los qaysíes y los kalbíes. Los qaysíes ante de Mahoma habían llevado una vida nómada en el norte y centro de Arabia. Participaron muy activamente en las conquistas islámicas y se asentaron en Siria e Iraq, en esta última se asentaron preferentemente en las ciudades de Kufa y Basora. Con el establecimiento de la capital del califato en Damasco, en pleno centro del territorio donde se habían asentado su papel tanto político como militar aumentó considerablemente. Los kalbíes por su parte eran originarios de Yemen. Origenes de la rivalidad (nomadas, qaysiés, y sedentarios, kalbies) rivalidad acentuada por el papel prepoderante que tuvieron los qaysies en la expansión del Islam. Esta rivalidad no fue solucionada por los califas omeyas sino acentuada por su política errónea de apoyarse en uno u otra bando según lo exigiera las circunstancias. Así, tanto el fundador de la dinastía Omeya, Muawiya, como su hijo y sucesor Yazid I, apoyaron a los kalbíes. Otros califas apoyaron a los qaisies.
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