Destrucción de un ejército

 Notas

  1. Picasso, pág. 10.
  2. Silvestre a Berenguer, 6 de febrero de 1921, cit. en Albi de la Cuesta, págs. 183-184.
  3. Picasso, pág. 6
  4. Silvestre a Berenguer, 28 de febrero de 1921, cit. en Pando, pág. 94.
  5. El término harka hace referencia a una banda o grupo irregular de guerreros marroquíes.
  6. ABC, 24 de julio de 1921, cit. en Albi de la Cuesta, pág. 226.
  7. Picasso, pág. 315.
  8. La columna consistía en la 1.ª Batería de Montaña (4 cañones Schneider 1906 de 75 mm), dos compañías de zapadores, las compañías de ametralladoras del 2.º y el 3.er Batallón del Ceriñola n.º 42, dos secciones del 1.er Tabor, el 2.º Escuadrón de Regulares, una compañía de intendencia, estación heliográfica y tres compañías de Policía Indígena. En total, 1.461 hombres.
  9. en Albi de la Cuesta, págs. 231-232.
  10. El fuego de francotiradores, o de pacos, llamado así por el sonido, pac, y el eco, cum, de los fusiles Remington de 11 mm, usados por los rifeños. El término se utilizó luego para el fuego de hostigamiento.
  11. Pando, pág. 137.
  12. en Albi de la Cuesta, pág. 281; Picasso, pág. 90.
  13. en Albi de la Cuesta, pág. 283.
  14. Otras fuentes dicen que Silvestre autorizó a Benítez a iniciar negociaciones con los rifeños y que este, en respuesta destemplada, dijo: “Los oficiales de Igueriben mueren pero no se rinden”. No hay evidencia documental de estas palabras. También se afirma a veces que Benítez pidió que la artillería disparara contra la posición cuando todavía estaban dentro. Albi de la Cuesta (pag. 287) escribe que la artillería de Annual disparó esa tarde contra Igueriben con granada rompedora, para destruir el material abandonado, lo que podría estar en el origen de esta leyenda.
  15. en Pando, pág. 159.
  16. Berenguer negaría en su interrogatorio que hubiera llamado a Silvestre. Al parecer, a falta de una red de aparatos telefónicos entre Annual y Beni Arós, donde se encontraba Berenguer, era imposible que se produjera esta comunicación directa. Albi de la Cuesta, pág. 307.
  17. Los “coches rápidos” eran Ford HP, que costaban unas 4.000 pesetas. La familia de un reservista o destinado a África compraba uno y lo donaba al Ejército con la condición de que el soldado u oficial “donante” se quedara de chófer, acompañado de su asistente. A esta práctica se la conocía como el emboscamiento Ford. Pando, págs. 116-117.
  18. en Albi de la Cuesta, pág. 314.
  19. en Albi de la Cuesta, pág. 319; Pando, págs. 165-166.
  20. en Albi de la Cuesta, pág. 320.

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