El shogun había señalado el 10 de mayo de 1863 como fecha límite para expulsar a los extranjeros del Japón. Con ésta en mente, el clan Choshu se reunieron en el extremo suroccidental de su feudo, en el estrecho de Shimonoseki.
El estrecho se extiende entre las islas de Honshu y Kyushu, y constituía paso obligado de los barcos que hacían la ruta entre Yokohama y Nagasaki.
La mañana del 11 de mayo, al día siguiente al plazo límite establecido por el bakufu, dos barcos de guerra del clan atacaron al vapor norteamericano USS Pembroke. Los japoneses disponían de tres navíos de fabricación norteamericana: el Daniel Webster con seis cañones, el Lanrick o Kosei con diez, y el Lancefield o Koshin con cuatro
El 23 del mismo mes, fue bombardeado un barco correo francés (el Kienchang) y, tres días más tarde, una corbeta holandesa (la Medusa) corrió la misma suerte.
El 16 de julio, los norteamericanos, al margen de la reclamación diplomática que interpusieron, enviaron a la balandra de guerra USS Wyoming al estrecho. Los viejos cañones de bronce que los japoneses habían dispuesto para proteger sus tierras dispararon sobre la misma, pero tenían un alcance limitado y el capitán del navío sólo tuvo que mantener a distancia su embarcación y devolver el fuego. Los norteamericanos consiguieron hundir dos de los buques nipones y hacer huir al tercero. Una hora más tarde, la Wyoming ponía rumbo a Yokohama.
El 20 de julio los franceses bombardearon la costa desde dos barcos de guerra profusamente artillados, el Tancrède y el Dupleix. Después de destruir una batería enemiga, 250 infantes de marina galos, abajo el mando del capitán Jaurés, desembarcaron y procedieron a arrasar y quemar la aldea próxima. Para bochorno de los samuráis, ocuparon las baterías anexas.
Al amanecer del día siguiente, embarcaron a sus muertos y a sus heridos, y partieron hacia Yokohama.
Toda esta demostración de fuerza, sirvió para que la postura “¡Reverenciar al Emperador y expulsar a los bárbaros!” (Sonnō Jōi) fuera abandonada por los clanes opositores al shogun. El clan Satsuma también sufrió una experiencia similar a Choshu con el bombardeo de Kagoshima, esta vez por los británicos.
Los bárbaros no iban a ser podido ser expulsados por la fuerza: Japón necesitaba mimetizarse con el enemigo, aprender de él y no acabar como lo había hecho China.