Origen de cierto y siniestro emblema de las SS nazis
Por Javier Yuste González
El nazismo posee algo palpitante que subyace por debajo de su capa superficial. Todo, sin excepción, estaba perfectamente estudiado y calculado para manipular el inconsciente de las masas. Y como toda corriente ideológica radical y totalitaria, los fundadores del NSDP buscaron en el Pasado cualquier simbolismo que les permitiera dotar a su parafernalia de cierta legitimación y arraigo, un aura de triunfo y gloria, aunque fuera profanándolo de forma nada sutil.
De entre los diseños de Hugo Boss destaca el uniforme de las Schutzstaffel (SS). De niño, cuando veía aparecer en la película de turno aquellas ropas, mis ojos se quedaban paralizados en la escarapelilla del cráneo y las tibias bajo el águila, un detalle minúsculo pero demasiado representativo de un terror que nadie se tomaba la molestia de ocultar: totenkopf mit knochen. No resultó ser una casual ocurrencia de algún diseñador con chispa al servicio de la esvástica nazi, sino la insignia de una brigada de húsares prusianos cuyos orígenes se remontan al s. XVIII: el Regimiento de húsares 5 de von Ruesch.
Apuntar aquí que el empleo de una iconografía dedicada a la Parca no es que sea exclusiva de los húsares teutones, pues ahí tenemos los ejemplos de los hussards de la Mort (Francia, 1792), o el Regimiento Lusitania 12, en España (creado en 1710 y cuyo emblema data de 1744, como premio a su participación en la batalla de la Madonna del Olmo), ambos de caballería; pero ya que la totenkopf germana fue tomada por “prestada” por la élite nazi, más nos vale saber de su origen en concreto.
El Regimiento von Ruesch asumió tanto la funesta insignia como el uniforme de color negro durante la guerra de Sucesión austriaca (1740-48) y la de los Siete años (1756-1763), de los que pronto se vio privado, recuperando toda su severa planta durante las guerras napoleónicas, tras su refundición como los Regimientos de húsares 1 y 2 a la muerte en combate del Duque Carlos Guillermo Federico de Brunswick-Wolfenbüttel en 1806. Aquellos regimientos pasarían a ser conocidos popularmente como los Brunswickeianos negros, comandados por el nuevo duque, Federico Guillermo, el Duque negro, cuya alma se descomponía en un profundo sentimiento de odio hacia todo lo que oliera a francés.
Durante la guerra de Independencia española (1808-14), estos dos regimientos pasaron a ser renombrados como los Oels Jäger y Oels de Húsares de Brunswick, distinguiéndose bajo las órdenes del duque de Wellington en Fuentes de Onoro, Salamanca, Vitoria, etc. E, incluso, tuvieron oportunidad de enfrentarse a las águilas napoleónicas en Waterloo y Quatre Bras (1815).
Conjurado el peligro bonapartiano, las unidades de Brunswick se integraron en el Ejército prusiano en 1866 como los regimientos Braunschweigiges de infantería 92 y de húsares 17, conservando su totenkopf y la corbata “Península-Sicilia-Waterloo” hasta 1918, fecha en la que fueron disueltos. Sin embargo, la fama de estos cuerpos negros y la sombra de su bravo pasado, recogido en su insignia, animó a que ésta última fuese conservada dentro del Ejército alemán a través de los freikorps, unidades voluntarias originarias del s. XVIII que comenzaron a hacerse notar durante la república de Weimar. Pero quien rescató la simbología de Brunswick para el nuevo régimen fue Julius Schreck (1898-1936), líder de la Stabswache de Hitler, siendo que Heinrich Himmler fue confirió fondo filosófico a la totenkopf y del que nos ahorraremos todo comentario: «[…] es el recordatorio de que siempre pondrás en riesgo tu vida en beneficio de toda la comunidad».
Saludos.