DORA FARMS.
El 18 de marzo de 2003, a las 15:00, agentes de la CIA informaron a Langley de lo que ellos creían era la posición en la que se encontraba Sadam Hussein tras dirigirse allí después de dar un discurso por televisión: se trataba de una casa en el Sur de Bagdad llamada Dora Farms (propiedad de la esposa de Sadam).
La información provenía de escuchas electrónicas y de un iraquí que había roto con Sadam.
Inmediatamente, el director de la agencia, George Trenet, se reúne con el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld y el Jefe del Estado Mayor, Richard Myers, y les pone al corriente de estos nuevos datos.
Rumsfeld, a su vez, habla con el presidente George W. Bush. Se plantea la posibilidad de un golpe de decapitación que puede poner fin a la próxima guerra antes de empezar.
Se informa al general Franks, jefe de las fuerzas desplegadas en Irak (aviación, flota, fuerzas terrestres y marines).
Se pensaba comenzar los bombardeos el día 21 de marzo, pero la posibilidad de acabar con Sadam, lo recomiendan. Así, Tenet, aconseja adelantar la guerra 24 o más horas en la reunión convocada por el presidente y a la que acuden Tenet, Condolezza Rice (consejera de seguridad), Andrew Card (jefe de gabinete del presidente), Dick Cheney (vicepresidente), Rumsfeld, Colin Powell (secretario de Estado), Richard Myers y Tommy Franks desde Qatar (donde está el Cuartel General).
Se reciben nuevos datos desde Irak: al lado de Dora Farms hay un refugio de hormigón que, es probable, que Sadam utilice en caso de ataque. Además, se cree que los hijos de Sadam estarán allí también. Un vuelo de reconocimiento descubre un gran contingente de vehículos de seguridad escondidos bajo los árboles de la granja.
Se decide realizar el golpe de decapitación.
Los misiles Tomahawk no garantizan la penetración del blindaje del búnker, así que se opta por que dos bombarderos F-117 transporten cada uno dos bombas EGBU-27 que será la primera vez que se usen en combate y que acaban de llegar a Qatar hace horas.
Cada una pesa una tonelada y mide cinco metros. Se trata de bombas penetrantes controladas por GPS.
El 8º Escuadrón de cazabombarderos, los Black Sheep (ovejas negras), en la base de Al Udeid, ya cargó los ingenios en uno de los F-117 ayer, lo que les ahorra un tiempo considerable.
Franks, informa al JEM que los aviones deben partir, como máximo, a las 3:30 hora local, puesto que se “harán visibles” a las 05:30, momento el cual, los aviones serán presa fácil (no tienen armamento defensivo y son lentos: su poder radica en volar de noche, momento en el cuál son invisibles).
A las 03:30, los cazas están en el aire: el Tcol. David Toomey manda la misión en el F-117 con código Ram-01. El segundo avión lo pilota el Cte. Mark Fuji Hoehn, el Ram-02.
El vuelo se coordina con el lanzamiento de misiles Tomahawk desde barcos de superficie y sumergibles (2 portaaviones, dos destructores y dos submarinos) situados en el norte del Golfo Pérsico; el total, 45 misiles de crucero vuelan hacia instalaciones defensivas alrededor de Bagdad.
Una vez que la formación de F-117 penetra en el espacio aéreo iraquí, se le unen dos F-16 con armamento para neutralizar sistemas antiaéreos y dos EA-6B Prowler para distorsionar los radares enemigos. Poco después se les suma un tercer Prowler.
Los F-117 tienen que repostar de un KC-135 Stratotanker.
El Ram-02 manifiesta problemas continuos con su radio y sólo se pueden comunicar esporádicamente, a esto se añade que en una de las EGBU-27 se apaga el GPS y, usando el manual, Toomey consigue ponerlo en marcha poco antes de llegar sobre el objetivo.
Al llegar a Bagdad, el grupo se dispersa y los F-117 adoptan dos trayectorias de aproximación diferentes hacia Dora Farms. Los pilotos abren los compartimentos de las bombas haciendo visibles sus aparatos a los radares y los artefactos son lanzados.
Una nube tapa el objetivo a la visión de los oficiales norteamericanos, pero el resplandor de las explosiones ilumina la nube por debajo.
Los aviones ascienden y, rápidamente, se dirigen de regreso a su base. La antiaérea reacciona tarde.
Cuando, unas semanas más tarde, tropas estadounidenses vayan a ver el resultado de la acción se encontrarán con que allí no había ningún búnker.
Saludos.